La docencia y lo "existente"

 Deseo reflexionar en torno a las palabras de un amigo que comentando mi anterior post dice así:
"Ser uno mismo, o fomentar el ingenio del individuo parece ser incompatible con lo existente..."
 Acordando con él, agrego:

Ser uno mismo es un trabajo personal reflexivo auto-referenciado. Un servicio que cada uno se presta a sí mismo.
Fomentar el ingenio y la autonomía es un trabajo personal reflexivo hetero-referenciado, un servicio que se brinda al otro. Padres, docentes, amigos, psicoterapeutas, equipos de trabajo actúan así.
Lo "existente" es algo subjetivo, cada uno ve lo dado desde su subjetividad y desde lo que ha llegado a saber. Y también solo puede ver lo que todos "ven", es decir, lo socialmente visible. Existe la otra mitad, lo invisibilizado, porque no está en los medios o porque es un conocimiento muy especializado, es lo que pocos ven.

Nuestra docencia, que es fomentar el ingenio y la autonomía, es incompatible con lo "existente".
Pero acordemos en que siempre ha sido así.

La docencia es un trabajo incompatible con lo existente subjetivo.

Por necesidad, por definición, no puede la docencia acordar con lo existente subjetivo ya que busca despertar al alumno a lo aún desconocido por él. Digamos que busca "ampliar su subjetividad"
Justamente de eso se trata, por eso la repetición es incompatible con la docencia, ya que "mi" mundo no es estático, se transforma cuando ingresa a mi conciencia lo que me era invisible.

La repetición es el accionar de una máquina.
Lo humano es naturaleza, y la naturaleza no repite, no existen dos hojas iguales en todos los bosques del planeta.
La docencia es un trabajo, es decir, no es el accionar mecánico e irreflexivo de una máquina.

Lo que sucede tal vez sea que al deshumanizar el trabajo, la máquina se ha convertido en omnipresente. De tal forma que muchos docentes, y quienes no lo son, visualizan el trabajo docente como el de máquinas productoras de máquinas que deben ser útiles al país, a la empresa y al sistema de producción.

Al respecto del país, la patria y otras palabras similares, en nuestros tiempos son entelequias que han terminado siendo separadas de la humanidad de sus pobladores. El país, la patria, no existe sin sus gentes, el bienestar o malestar de sus gentes es el bienestar o malestar del país.

Al respecto de la educación, la  empresa y el sistema de producción estamos viviendo un caso de estudio:
La Ley de Educación que se está discutiendo en la Legislatura cordobesa en este momento es explícita al respecto de esta visión del docente y la escuela como productor de máquinas útiles.
Preve la financiación del sistema educativo por parte de las empresas cordobesas grandes, que han participado en su elaboración aplicando su óptica empresarial.

Esta financiación sirve a los objetivos de las empresas y a los del gobierno, pero no sirve a los objetivos de la educación y del bienestar de las gentes que son nuestro país.
A las empresas las beneficia porque aumenta sus ganancias, disminuyendo sus costos en la formación de personal. O, como ellos lo llaman, en "recursos" humanos.
Beneficia al gobierno porque la provincia está endeudada hasta las orejas, y quiere abaratar aún más los costos de la educación para el erario provincial.
La educación obligatoria se ha extendido al Ciclo Medio, el gobierno está obligado a brindarla gratuitamente, y su costo ha aumentado.
Aún así, no se ha previsto un aumento del proporcional asignado para educación en el presupuesto provincial. De algún otro lugar tiene que salir el dinero, porque los acreedores apremian al gobierno. No sería de extrañar que esos acreedores sean, por alguna vía, los mismos propietarios de las empresas. Y algunos de sus accionistas, a sabiendas o inocentes, es decir, ignorantes, los padres de algunos de nuestros alumnos.
Ven, el gobierno cayó en la trampa, y todos los políticos lo saben. El Estado se perdió, no protege a las gentes, es decir, al país. Pero ningún político ni empresario lo dice, ya que ahora los políticos son  empresarios y los empresarios son políticos.

las caretas

Me rectifico, todos hemos caído en la trampa. Estamos entrampados. Nadie se salva solo, todos vivimos mal ¿Piensan ustedes que el padre y la madre de esa joven anoréxica están sin trabajo y sin dinero para comprar comida, o que su estado es el efecto de una sequía catastrófica que sembró la hambruna en su país africano?
¿O que estas caretas viven bien y hacen bien a las gentes? Y estas caretas qué son, con toda su fama y dinero, son hombres libres, o son esclavos?

Pese a todo, sólo dos cosas me alcanzan para vivir esperanzada, la revolución de Internet y la rebelde naturaleza humana. Va más allá de todo lo que pueden controlar, aún son incontrolables.
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Estos son los objetivos de la educación con los cuales acuerdo como docente en acción:


Ayudar a que cada uno llegue a ser más él mismo
Enseñar los modos de convivencia (adaptarse a los modelos sociales)
Transmitir un patrimonio cultural

Antonio Blay Fontcuberta

El objetivo señalado como número uno, es el primero y más importante. Por eso es el número uno.
Como soy docente solo puedo afirmar que el conocimiento nos hace libres con una condición, si es que aporta al conocimiento de sí mismo tanto como al del mundo. De otra forma nos crea la ilusión, pero no nos libera.
Cuando hay educación verdadera, cada uno se va haciendo responsable por su propia vida y lo que hace con ella a medida que su margen de libertad va aumentando.
Es evidente que algunos hombres somos esclavos por conveniencia, y acordamos con nuestra esclavitud; y otros somos esclavos sin saberlo
Va mi mayor respeto a los que ignoramos lo que nos esclaviza. Trabajo como docente para disminuir su cantidad; mi objetivo es que podamos elegir libremente seguir siendo esclavos o liberarnos.
Que podamos elegir la píldora roja o la azul de Neo, y que seamos concientes de que en cada acción que realizamos volvemos a elegir.

El desarrollo del ingenio y el conspirador anti-sistema.

El ingenio, el ser ingenioso, te salva siempre.
No dependes de otro que llegue a salvarte, superas tus miedos.
Lo que no significa que no necesites a nadie; sí necesitas a otras personas, pero no para que te salven. Las necesitas porque las amas y las quieres cerca y bien.

¿Cuáles son los presupuestos para ser ingenioso?
En primer lugar aprender con cuáles recursos interiores se cuenta por el momento, y también aprender a usarlos.
Son dos aprendizajes distintos, que corren paralelos y van sumándose uno al otro.
Si nuestra escuela educara, estimularía el ingenio y su uso desde el Jardín de Infancia hasta la Universidad.

Pero se generaría otro problema: si las personas fueran ingeniosas no buscarían quien los salve, y entonces muchos se quedarían sin trabajo.

El mensaje del sistema actualmente se ha vuelto desesperado: ¡¡salvémonos, consumamos!!
Eso sí, cada vez son menos los que pueden consumir, y también cada vez son menos los que ya no saben qué más consumir.

Los métodos para lograrlo son cada vez más burdos.
Las compañías de seguros y las de seguridad privada nos llaman por teléfono para meternos miedo con los accidentes y los asaltos domiciliarios; las empresas de salud privada nos meten miedo con la enfermedad, la vejez y la muerte, nos ofrecen ventajas que no son tales, que son collares de plomo.
Mensajes intimidatorios diarios que sufrimos todos los habitantes de las ciudades. Algunos son subliminares, como las farmacias que son supermercados proliferando como hongos después de la lluvia, y naturalizando el consumo de drogas para salvarnos del dolor. O los cirujanos plásticos que nos salvan de una vida sin amor.

¿Quería salvarse de una vida sin amor?

¡No sufra! ¡Nosotros lo salvaremos de todo mal! ¡No piense! ¡Nosotros estamos pensando por usted!
No se levante de su sillón frente al televisor, nosotros le hacemos vivir lo que no está viviendo y así usted vive sin sobresaltos. Puede cambiar el canal cuando lo desee.

Sepamos que no es necesario ser enfermo, tener accidentes, ser asaltado, separarse de los seres amados y demás desgracias, nada más que para salvar al sistema.
La salud y la enfermedad, la felicidad y las penas, el dinero y su falta, el amor y el desamor, son parte de la vida.
Nadie nos puede salvar de ellos, los atraeremos si vivimos con miedo y desconfiando de nuestra capacidad para hacer frente a la vida.
Es la famosa "profecía autocumplida" de que se valen todos, desde los forwards que amenazan con desgracias o con pérdidas si no se reenvían hasta las empresas de servicios, los políticos y también algunas iglesias.

Comprendiendo esta situación me doy cuenta de que pretender desarrollar el ingenio y la autonomía de nuestros alumnos es una conspiración anti-sistema.
¡Soy una conpiradora anti-sistema.!
Caigo en ello sin advertirlo, creí ser una docente que se ocupaba en desarrollar la humanidad de sus alumnos.

Imaginen lo que sería un mundo de personas que conocieran y desarrollaran sus talentos y su autoconfianza, ahí sí que este sistema perverso en que hemos caído se autodestruiría para siempre.
Está cimentado en el miedo y en la violencia que es engendrada por el miedo.
Por eso es que desarrollar el ingenio y con ello disminuir el miedo en nuestros alumnos, es ser un conspirador anti-sistema.

Nuestros alumnos sin miedo